Alfabetización es la habilidad mínima de leer y escribir una lengua específica, como así también una forma de entender o concebir el uso de la lectura y la escritura en la vida diaria. Difiere del simple leer y escribir porque presupone que existe una comprensión mínima para usar de manera correcta estas capacidades en una sociedad que se sustenta en lo gráfico. La alfabetización, por ende, exige un compromiso activo y autónomo con lo gráfico y acentúa el rol del individuo no sólo en la generación y recepción del mensaje sino también en la atribución de una interpretación independiente a cada mensa- je. Como el estar alfabetizado implica poseer una competencia básica, por extensión, han surgido conceptos tales como alfabetización informática, cultural, económica y otros para designar la competencia mínima necesaria en estas diferentes áreas. Si bien las distintas concepciones de alfabetización se han basado en la lectura y la escritura durante cientos de años, el uso reciente ha ampliado el rango de las capacidades comprendidas, incluyendo actualmente la matemática por entender que la comprensión de textos cotidianos puede a veces requerir de este conocimiento. También se ha sugerido una extensión del concepto de alfabetización que incluya el hablar y el escuchar. Cuando la palabra alfabetización se usa como modificador de un sustantivo, suele tener una definición más imprecisa, tal su uso en la frase programa de alfabetización, que se refiere a una vasta gama de cursos que comprenden la enseñanza de la lectura, la escritura y otras habilidades básicas.
“La habilidad de leer el mundo, de continuar aprendiendo”. Es importante, entonces, no sólo basar la alfabetización en el saber leer o escribir, sino en desarrollarse plenamente en las habilidades de lectura, comprendiendo un texto y extrayendo lo mejor para el crecimiento como persona, estudiante y profesional. Implica interpretación y expresión crítica de las realidades sociales, políticas y económicas en las que vive una persona. La alfabetización es un factor esencial para erradicar la pobreza, reducir el abuso infantil, detener el crecimiento demográfico, instaurar la igualdad entre los sexos y garantizar el desarrollo sostenible, la paz y la democracia. Una persona alfabetizada tiene mayor conciencia para llevar a sus hijos al colegio o escuela, le será más fácil poner el pan a la mesa y estarán preparados para enfrentarse a los desafíos del desarrollo, pero no se puede decir lo mismo de una persona analfabeta.
Para concluir este análisis cabe decir que la alfabetización no es leer y escribir, es la
liberación de los pueblos, comunidades y barreras personales. Mejor dicho es la
liberación del pensamiento autónomo, la confianza en el ser mismo de poder construir y
trasformar su propia historia, mirándola con un pensamiento crítico capaz de buscar más
allá.